Existen diferentes tipos de empaquetado, con diferentes materiales, formas, colores y propiedades. A continuación os explicamos aquellos factores que resultan claves para decidir qué tipo de empaquetado es el idóneo para su producto:
- El transporte-> ¿Cómo va a ser transportado? No se prepara lo mismo un empaquetado para transporte en superficie (tren, camión…), que para marítimo (barco) o aéreo (avión). El transporte en superficie suele ser más estable ya que es más sencillo de cargar y los elementos que influyen en el viaje son de menor incidencia. El más delicado es el transporte aéreo, ya que hay que tener en cuenta la diferencia de presión para evitar la rotura o explosión del empaquetado.
- El producto-> Dependiendo de la naturaleza del producto que vayamos a empaquetar y transportar, hemos de tratarlo de una u otra forma. Por ejemplo, el petróleo no se puede transportar por vía aérea debido a su peligrosidad. Además, si el producto es delicado no podrá ser aplicado en mucha cantidad (por ejemplo los huevos). Si el producto es perecedero ha de ser considerado también tanto para su empaquetado como para su sistema de transporte (el ejemplo más claro está en la fruta).
- Requerimientos específicos del cliente-> Como comprador, el cliente puede exigir ciertos aspectos del empaquetado específicos.
- Aspectos y normas legales-> Tanto en empaquetado a nivel nacional, como, sobre todo, internacional, se han de cumplir una serie de normas y leyes específicas para cada país y/o para cada producto a la hora del transporte y el envase.
- Tecnologías de empaquetado-> ¿Tiene su empresa medios tales como la esponja de aislamiento anti-inflamable o el empaquetador al vacío? Dependiendo del producto le será exigida una u otra forma de disponer su producto. Si, por ejemplo, es un producto inflamable, obligatoriamente ha de utilizar la esponja de aislamiento como prevención.